lunes, 5 de mayo de 2014

Traductor

                             TRADUCTOR


Las habilidades vocacionales y personales que debe poseer el Traductor se resumen en las siguientes percepciones:
      La comprensión es una condición esencial de los procesos de Traducción e Interpretación, porque es imposible la expresión en nitidez, sin esta condición.
      El Traductor y el Intérprete debe tener un conocimiento profundo de la lengua original, un excelente nivel de análisis y un amplio conocimiento en torno a las materias tratadas y, en general, un amplio nivel cultural, en muchos ámbitos.
      Debe ser un redactor de excelencia, de tal forma que sus desempeños sean traducciones fluidas y naturales.
      Debe trabajar con rigor y precisión, de tal forma que sus escritos reflejan con fidelidad la información contenida en el original.
      La Traducción especializada suele comportar búsquedas terminológicas y documentales, así como la consulta de especialistas del ámbito en cuestión. Este tipo de traducción exige espíritu crítico, capacidad para informarse y sentido de la iniciativa.
      Debe tener una buena capacidad de adaptación y de organización, debido a que los plazos le obligan, frecuentemente, a trabajar bajo presión.
         Las habilidades vocacionales y personales que debe poseer el Intérprete se   resumen en las siguientes percepciones:
      Debe tener una excelente expresión que le permita comunicarse con la misma claridad y eficacia que el orador. No tiene tiempo para dudas, debe estar al corriente de la actualidad y seguir de cerca la evolución de los ámbitos en que trabaja.
      En un trabajo autónomo, debe demostrar intuición, capacidad de adaptación y rapidez de reacción, para no perder el temple en las situaciones más desestabilizadoras, ante cualquier orador.
Debe ser sensible a las diferencias culturales y al contexto en que se expresa el orador, para plasmar su intención con diplomacia

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